"En mi cabeza, se enciende una llama de motivación que no deja lugar a dudas ni incertidumbres que puedan frenarme. Todo lo que me podría dar miedo ha desaparecido. El objetivo está claro: ganar. Siempre ha sido así, así que todo saldrá como tiene que salir. Aceptar que tu objetivo es ser el ganador te quita presión".