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Heuer entró en este periodo con un catálogo de cronómetros y cronógrafos de bolsillo en que los cronógrafos de pulsera solo constituían una limitada selección.
En las décadas siguientes, Heuer amplió de manera considerable su gama de cronógrafos de pulsera ganándose así el liderazgo mundial de la producción de dichos instrumentos.
En 1933, Heuer introdujo el "Autavia", un nombre que continuaría figurando en el catálogo de la marca en las décadas siguientes. El cronómetro Autavia de 12-horas era un temporizador situado en el panel de control que permitía satisfacer las necesidades más exigentes de la AUTomoción y la AVIAción. El Autavia se podía utilizar como temporizador independiente o colocarlo en una placa junto con el reloj Hervue de 8-días. Los pilotos de avión y de carreras automovilísticas, al igual que otros deportistas, eligieron los instrumentos que mejor se adaptaban a sus preferencias.
El cronógrafo Flieger (pilotos, en alemán) de Heuer fue originalmente un cronógrafo con dos registros en una caja chapada en cromo. El bisel giratorio del Flieger incluía un destacado marcador triangular, que se utilizaba para marcar un tiempo (por ejemplo, el tiempo sobre el objetivo) Los primeros modelos tenían un único pulsador para la secuencia inicio-parada-reinicio. La versión posterior incorporó un segundo pulsador, para que el piloto pudiera detener y volver a iniciar el temporizador sin tener que reiniciarlo desde cero.
Históricamente, Heuer produjo muchos relojes y cronógrafos que o bien no llevaban el nombre de la marca en la esfera, o bien, en algunos casos, mostraban solo el nombre del distribuidor.
A partir de 1940, Heuer inscribió su nombre en todas las esferas y marcó todos los movimientos con la mención "Ed. Heuer".
La marca Heuer dio una fuerte ventaja a la venta de la gama de cronógrafos de la empresa.
Heuer pasó de producir cronógrafos de dos registros a manufacturar cronógrafos de tres registros en los primeros años de la década de 1940. El tercer registro permitía la medición de tiempos de hasta 12 horas. Las versiones mejoradas de los movimientos de 12 horas se utilizaron para elaborar los cronógrafos de triple calendario (que indicaban el día, la fecha y el mes) y también cronógrafos que indicaban las fases lunares.
A finales de 1940, Heuer quiso ir más allá del tradicional cronógrafo y ofrecer relojes innovadores para deportistas, viajeros y aficionados a los deportes y a la relojería. Estos modelos eran capaces de indicar las mareas o las fases de la luna, medir la velocidad sobre una distancia determinada o incluso mostrar un segundo huso horario.
Un nuevo reloj de vistosos colores vio la luz: se le llamó "Solunar". Los cazadores, pescadores y marineros pueden extraer una valiosa información de las fases de la luna y las horas de las mareas altas y bajas. Jack Heuer trabajó con un profesor a fin de llevar a cabo los cálculos necesarios para poder indicar tanto el tiempo "lunar" como el tiempo "solar".
Heuer pronto añadió el disco giratorio de las mareas del Solunar a un modelo cronógrafo estándar de tres registros. El resultado fue el Mareographe. Gracias a este modelo, los deportistas podían saber cuando tenían lugar las mareas altas y bajas o las fases de la luna consultando este cronógrafo con registro de 12 horas. El Mareographe se albergó en varias de las cajas estancas más sólidas de Heuer y su producción se prolongó hasta bien entrados los años 1970. Existieron otras versiones del Mareographe: Heuer realizó una para Abercombie & Fitch (llamada "Seafarer") y otra para Orvis (el "Solunagraph").
Además de los modelos Solunar y Seafarer, Heuer produjo una amplia variedad de innovadores relojes y cronógrafos para deportistas, viajeros y aficionados a los deportes y la relojería. Como consecuencia, se crearon el Twin-Time, que permitía al viajero conocer la hora en un segundo huso horario, y el cronógrafo Auto-Graph, que ayudaba al piloto de carreras a determinar su velocidad al recorrer una distancia determinada.
En 1957, Heuer presentó un tipo de cronómetro completamente nuevo en el que se podían insertar anillos intercambiables de vivos colores para medir los tiempos de distintos eventos. Cada anillo era de un color distinto e incorporaba una escala diferente. Por ejemplo, una escala naranja estaba marcada para cronometrar los asaltos y los descansos en un combate de boxeo, un anillo amarillo llevaba una escala de cuenta atrás para los partidos cronometrados y las regatas, y una escala verde mostraba los minutos decimales para el cronometraje de ralis.