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Heuer estaba en su mejor momento cuando la manufactura suiza de relojes empezó a producir relojes de cuarzo y cronógrafos con indicaciones digitales o con ambos mecanismos (automático y digital). Los primeros relojes digitales tenían un estilo que rompía con el pasado y contaban con la tecnología más avanzada, por lo que se vendían a un precio superior al de sus homólogos mecánicos. A principios de los años 80, un reloj Heuer "digital" era simplemente un modelo analógico convencional con una ventanilla estrecha que mostraba una funcionalidad adicional. La revolución avanzó rápidamente, y lo que era raro y novedoso a mediados de los 70 se convirtió en algo común a finales de la década.
La principal razón fue el ritmo de desarrollo de los microchips, ya que la tecnología digital LCD se abarató rápidamente y se hizo omnipresente: los modelos de alta gama de Heuer y otros fabricantes suizos ofrecían pocas ventajas en comparación con los modelos producidos en masa en Japón. Lo digital ya no era ni alta tecnología ni tecnología avanzada... Simplemente era barato, lo cual no es algo que Heuer o las otras marcas de relojes suizos quisieran ser.
Tras 45 años, los relojes Chronosplit, Manhattan y Senator tenían un gran número de seguidores entre los coleccionistas, marcando el momento en el que Heuer y las marcas suizas se embarcaron en un nuevo viaje hacia el mundo digital.
Los coleccionistas suelen considerar los años 70 como la década más dinámica de la historia de Heuer, algo fácil de entender por la combinación del movimiento innovador Chronomatic (Calibre 11 y 12) y nombres conocidos: Monaco, Silverstone, Monza y Montreal, y versiones automáticas del Autavia y el Carrera, por mencionar unos pocos. La otra razón por la que la década de los 70 destaca es que, al mismo tiempo que Heuer desarrollaba cronógrafos mecánicos innovadores, también estaba a la vanguardia de la tecnología de cuarzo digital de alta precisión.
El interés por la electrónica fue impulsado en gran medida por Jack Heuer, que empezaría una larga carrera en la industria electrónica tras dejar Heuer en 1982. Jack visitó Silicon Valley en 1972 y vio en primera persona los avances de la tecnología del microchip. Cuando Heuer lanzó el Microsplit 800 (el primer cronómetro digital del mundo) en 1972, Heuer tardaría otros tres años en utilizar la tecnología en un reloj de pulsera.
La era digital de Heuer solo duró siete años (1975-1982), pero durante todo ese tiempo Heuer presentó una increíble gama de relojes y cronógrafos. En 1975, con la introducción de los relojes de cuarzo desde Japón, parecía que la tecnología digital sería la siguiente ola de la relojería, y Jack Heuer no tenía intención de ver cómo Heuer se quedaba atrás en el mundo digital.
Mientras que hoy podemos pensar que los relojes digitales son menos caros que los relojes con movimientos mecánicos, a mediados y finales de los años 70, los relojes electrónicos de Heuer eran las colecciones más caras del catálogo. El catálogo de Heuer de 1978 muestra el Chronosplit por 425 $ y el Manhattan chapado en oro por 550 $, por encima de los precios de todos los cronógrafos mecánicos del catálogo (que estaban entre 250 $ y 375 $), con una sola excepción. Solo hubo un reloj que superaba a los modelos digitales: el Carrera de oro de 18 quilates por 1 700 $.
En este artículo, hablamos de los primeros cronógrafos y relojes electrónicos que creó Heuer (a los que algunos nos referimos como "de cuarzo"). Nos centramos en los relojes que tenían indicaciones "digitales" (tanto LCD o LED), además de los relojes que utilizaban agujas tradicionales para indicar la hora.
En general, hay dos generaciones de movimientos que se utilizaron en este periodo: los movimientos desarrollados por Heuer a mediados y finales de los años 70 y el movimiento analógico/digital ESA de finales de los 70 y principios de los 80.
La primera generación de los relojes digitales de Heuer utilizaba una serie de movimientos desarrollados por la misma empresa junto con sus colaboradores de Silicon Valley, y está formada por:
El movimiento técnicamente más innovador fue el Calibre 100/102, el primer cronógrafo de pulsera digital de la historia. El Calibre estaba formado por dos chips separados e impulsados por un único cristal de 32 kHz en una placa de circuito común.
Los chips fueron fabricados al principio por Integrated Display Systems (IDS), una empresa de Estados Unidos, y Heuer creó en 1977 una empresa especializada en microchips: Heuer Micro-Technik SA (HMT).
Si miramos el Calibre 102, también es evidente la fragilidad del movimiento, especialmente los cables finos conectados a los dos chips. Bastaba con que uno de estos cables se rompiera para que el reloj perdiera su funcionalidad, lo que explica que hoy en día sobrevivan tan pocos Chronosplit, al menos en su versión original. Esta vulnerabilidad se solucionó en parte en los movimientos posteriores, como el Calibre 105, que ofrecía mejor protección a los chips.
Los rápidos cambios tecnológicos y la economía de escala presentes en la producción de chips hicieron que los movimientos digitales de Heuer dejaran de ser competitivos rápidamente. La solución fue trabajar con el ESA 900.231, un movimiento combinado analógico y digital utilizado por Heuer, Breitling y muchas otras marcas de relojes suizos. Ébauches SA (ESA) era la compañía matriz de ETA, antes de que un cambio de nombre a finales de los años 70 hiciera que todos los movimientos del grupo ESA pasaran a llamarse ETA (por ejemplo, el Valjoux 7750 se convirtió en el ETA 7750).
Los avances en el diseño durante los tres años siguientes al lanzamiento del Calibre 100 son evidentes, aunque los movimientos ESA siguen siendo frágiles en comparación con los movimientos de cuarzo a prueba de balas de hoy en día.
El Heuer Chronosplit parecía sacado del espacio cuando se presentó en la feria de Basilea de 1975. El diseño era ultramoderno y se alejaba radicalmente del aspecto de cualquier otro modelo contemporáneo de Heuer. El Chronosplit era un auténtico reloj-herramienta que se centraba en ofrecer una función de cronógrafo ultraprecisa.
La primera versión del Chronosplit presentaba dos pantallas digitales: una LCD (pantalla de cristal líquido, "Liquid Crystal Display" en inglés) en la parte superior y otra LED (diodo emisor de luz, "Light Emitting Diode" en inglés) en la parte inferior. La razón por la que el Chronosplit tenía dos ventanillas es que la primera tecnología LCD no podía moverse lo suficientemente rápido como para mostrar la precisión de las centésimas de segundo que exigía el Chronosplit, algo que el LED podía ofrecer. Sin embargo, el LED no era lo suficientemente práctico para poder mostrar la hora porque consume demasiada energía. La mejor solución fue combinar las dos tecnologías: la LCD para la hora y un cronógrafo LED, con su mayor consumo de energía, que solo se encendía cuando fuera necesario.
Heuer promocionó esta primera versión LCD/LED del Chronosplit como un reloj de precisión que indica continuamente la hora, con números negros grandes y llamativos que permiten una referencia instantánea, además de un cronómetro de acción dividida increíblemente preciso. El reloj podía ajustarse para mantener una precisión de un minuto por año, siendo también estanco hasta una profundidad de 100 pies. El Chronosplit se ofrecía con un brazalete metálico integrado (de acero inoxidable o chapado en oro) o con una correa de piel.
Además del modelo estándar, hubo dos ediciones especiales del Chronosplit LCD/LED. La más famosa fue la versión de la marca Ferrari y la segunda versión, el reloj para Tiffany & Co. Aparte del modelo de acero inoxidable, el Chronosplit también estaba disponible en un modelo chapado en oro.
A medida que la tecnología LCD avanzaba, ya no era necesario el componente LED del movimiento, por lo que la segunda generación de Chronosplits cambió a una pantalla LCD/LCD en 1977. El otro gran cambio fueron las etiquetas de menú en la pantalla para ayudar a recordar a los propietarios la función de cada uno de los cinco botones.
El Chronosplit no tiene grabado "Swiss Made" ("Fabricado en Suiza", en español) en la esfera. Efectivamente, la caja y el brazalete se fabricaron en Suiza, pero el valor del movimiento que contenía muchas piezas procedentes de Estados Unidos hizo que el reloj se clasificara como "Assembled in Switzerland" ("Montado en Suiza", en español). De hecho, algunos de los primeros Chronosplit LCD/LED se montaron en Estados Unidos.
El Manhattan (en realidad el "Manhattan Chronosplit GMT", ya que también hay un reloj Manhattan de cuarzo, con agujas analógicas tradicionales) comparte la doble esfera del Chronosplit, pero la función de hora digital se cambia por un reloj analógico tradicional con agujas para indicar la hora. El diseño de la caja del Manhattan es tan atrevido como el del Chronosplit, con un cronógrafo simulando una cabeza de toro (pulsadores en la parte superior de la caja) y la corona, utilizada para ajustar las agujas, en la parte inferior de la caja hexagonal.
Las versiones de acero inoxidable del Manhattan Chronosplit GMT utilizaban una esfera negra o gris, mientras que las cajas chapadas en oro incorporaban una esfera negra o champagne.
Aunque el diseño fuera atrevido, el movimiento que impulsaba el Manhattan se podría haber considerado un retroceso respecto a los modelos Chronosplit. La ventanilla digital se impulsa por el Calibre 104 de Heuer, mientras que la función de reloj analógico utiliza un movimiento de cuarzo Citizen. Los dos movimientos no están integrados de ninguna manera; cada uno utiliza su propia batería.
Los relojes Manhattan Quartz tenían una sola pantalla con la fecha a las 6 horas y agujas analógicas que indicaban la hora. Las esferas del reloj Manhattan Quartz eran grises o azules.
Al igual que el Chronosplit, el Manhattan Chronosplit GMT se clasificó como "Assembled in Switzerland", mientras que el reloj de cuarzo Manhattan, totalmente analógico, lleva grabado "Swiss Made" en la esfera.
El Manhattan se dejó de fabricar en 1982, año en que Heuer se vendió a Piaget/Nouvelle Lemania. En 2005, la marca de moda DKNY (que formaba parte de LVMH junto a TAG Heuer en aquel entonces) recuperó el diseño del Manhattan de los años 70. El nombre "DKNY" se encuentra en el centro de la esfera, entre la pantalla digital y la analógica.
El Heuer Senator GMT se lanzó en 1979 con la misma disposición básica que el Manhattan: pantalla digital en la parte superior y pantalla analógica en la parte inferior (agujas que indican la hora). Con el Senator, la caja hexagonal del Manhattan se reemplazó por una caja lisa en forma de rombo. El Senator se ofrecía únicamente como cronógrafo con indicaciones dobles, sin que se ofreciera un simple reloj de cuarzo. Al igual que el Manhattan, el Senator formó parte de la gama Heuer hasta 1982.
Cabe destacar que el Heuer Senator muestra con orgullo "Swiss Made" en la esfera. Muy probablemente, los chips del Calibre 107 del Senator proceden de Heuer Micro-Technik y no de Estados Unidos, ya que IDS quebró a finales de los años 70.
El Heuer Kentucky se presentó en 1977 y fue uno de los primeros relojes de Heuer en utilizar el movimiento automático Valjoux 7750. Además de las versiones mecánicas del cronógrafo Kentucky, había varios modelos de cuarzo, incluidos los modelos con pantallas LCD simples y dobles.
Existen dos versiones de los modelos LCD Kentucky, aunque el modelo más común es el reloj con una sola pantalla que utiliza el Calibre 105 de Heuer.
En 1978, Heuer lanzó una segunda generación de modelos digitales, esta vez con el movimiento ESA 900.231. El panorama de los relojes digitales había cambiado totalmente para ese mismo año. Cuando se lanzó el Chronosplit en 1975, se vendió por 450 $, un precio que reflejaba su tecnología avanzada y su posicionamiento como reloj electrónico de lujo. En 1978, los relojes digitales con la misma funcionalidad estaban disponibles por una pequeña fracción del precio.
Los movimientos de bajo volumen personalizados de Heuer eran demasiado caros para seguir desarrollándolos, por lo que los movimientos digitales pasaron a venir de ESA. Adoptó el mismo enfoque que el Manhattan y el Senator al combinar un reloj analógico con un cronógrafo digital y otras funciones.
El Carrera electrónico adoptó un enfoque más conservador que los primeros relojes digitales de Heuer, pues parecía un reloj más "normal" que las primeras ediciones digitales de Heuer. De hecho, la caja en forma de C de este Carrera sigue las mismas líneas básicas que la caja que Heuer introdujo con el primer Carrera automático (Calibre 12) en 1969 y que se vendía al mismo precio que la versión automática.
El Heuer Verona, también disponible en su versión electrónica, fue una serie de relojes de vestir especializados lanzada en 1978, inicialmente con el movimiento automático Calibre 12. Mientras el Carrera era más bien un reloj deportivo, el Verona contaba con un diseño elegante y refinado.
A finales de los años 70, Heuer comenzó a lanzar una gama completa de relojes de buceo. La primera colección fue la Serie 1000. El Heuer 1000 fue el último de los relojes digitales de Heuer, lanzado en 1982. Cuando se lanzó el 1000, era el único reloj digital de Heuer disponible porque los modelos anteriores habían sido descatalogados
Ford Rallye Sport (RS) diseñó el cronógrafo Ford Split Lap Unit 77, presentado en 1977, y Heuer fue quien lo fabricó. El reloj no llevaba ningún logotipo de Heuer y funcionaba gracias al movimiento Calibre 103. Las pilas se encuentran en los dos discos, situados en la parte inferior de la superficie superior del reloj.
En 1979, Heuer presentó la colección de relojes Memphis: un cronógrafo digital con agujas analógicas que indicaba la hora y una pantalla digital, además de un reloj de cuarzo más sencillo con agujas analógicas. Ambos modelos se presentaron con esferas grises o negras, pero parece que el modelo nunca llegó a producirse en su totalidad (la muerte de Elvis Presley en 1977 quizá restó atractivo al reloj).
La referencia 16061 de 1979 utilizaba una sola pantalla LCD en una caja rectangular más tradicional. Al pulsar el botón, el reloj mostraba el día y el mes.