Los relojes TAG Heuer hacen gala de unos acabados excepcionales.
Nuestro savoir-faire nos permite crear relojes de alta precisión con una cuidada y elegante estética.
Cada uno de nuestros acabados es esencial para el movimiento de una pieza o para transformar la materia prima en un reloj.
Los diestros relojeros de TAG Heuer realizan cada paso de la técnica del acabado en las manufacturas de la casa, algunas de las cuales están ubicadas en el Jura suizo.
Los relojes TAG Heuer se pulen mediante un doble proceso: primero se lleva a cabo un pulido con herramientas de alta tecnología, lo que garantiza una completa uniformidad en el resultado. A continuación, nuestros relojeros realizan un segundo pulido manualmente, que aporta a la pieza un suntuoso brillo y da lugar a una superficie lisa.
El satinado de un reloj es una operación delicada. Obtener un acabado sedoso requiere un excepcional dominio de la técnica artesana. El reflejo de la luz sobre un reloj satinado pronuncia las características y diseño de la pieza y reduce la vulnerabilidad del reloj frente a los microarañazos que dejan más huella en otros acabados.
Nuestros relojes satinados tienen un acabado mate y son resistentes a los arañazos. Esta técnica requiere un savoir-faire relojero excepcional que TAG Heuer ha desarrollado en las manufacturas de la casa.
Unos acabados estéticos y resistentes adaptados a cualquier estilo de vida. TAG Heuer añade una capa de carburo de titanio sobre el acero a través del proceso de revestimiento de PVD. A diferencia de los procesos electrolítico o químico convencionales, en este proceso el vapor de metal se condensa en un vacío parcial para formar la susodicha capa de carburo de titanio.